Tal vez no te has dado cuenta de cuántas veces usas tus brazos en el día. Desde que te despiertas para apagar el despertador, tocar un instrumento, vestirte, abrir y cerrar puertas, dar la mano, abrazar y cuantas cosas más. Los brazos son la extensión entre tu mism@ y el mundo.

Pero este puente no actúa solo, la eficiencia y facilidad del movimiento de tus brazos tiene mucho que ver con, qué tan relajados están tus hombros.

Los brazos no son un miembro superior separado del resto de ti. En su anatomía, el húmero (hueso superior del brazo) en compañía de la clavícula y el omóplato forman la articulación del hombro. Es decir, el brazo es parte del hombro y el hombro es parte del brazo. No hay manera de que los separes, ni en el movimiento ni en la relajación.

Conectar estas dos partes de ti, no sólo te va a dar a alivio y relajación, sino también es otra manera de accionar hacia el mundo de una forma más amable y relajada.

Lo mejor de lo que te estoy contando, es que podrás experimentarlo en la siguiente videoclase. Disfrútala y compártela!

 

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