Y llegamos a la tercera clase para alinear los 3 centros de poder o esferas y así, estar mejor parados en nuestros huesos (nuestra estructura interna que es mucho más fuerte que los músculos).

Hoy el turno es para la cabeza y la relación de movilidad que tiene con el pecho y la pelvis.

Imagina que estás apilando tres grandes y pesadas cajas, una sencilla lógica va a hacer que coloques una caja centrada sobre la otra para que no se caigan, ya que no tendría sentido colocar una caja muy al borde de la primera y la tercera al borde de la segunda…  ¿estás de acuerdo?

Ahora bien, piensa en la cabeza, el pecho y la pelvis como si fueran estas tres cajas, ¿cómo tendrías que ubicarlas para que estén alineadas?

Pero aquí, debes agregar un componente más: el cuerpo se mueve, las cajas no. No sólo se trata de poner una sobre la otra sino activar un sentido móvil de conexión entre estos tres bloques para que en movimiento, puedan organizarse en cualquier situación de movilidad en la que te encuentres: caminando, sentado, de pie, corriendo, etc.

Activando la movilidad de estas tres cajas (a las que hemos llamado esferas durante las tres clases) podrás conectarte con tu estabilidad, fuerza, balance, desde un sentido más esqueletal que muscular.

Si no has visto las dos clases anteriores, te recomiendo que vayas a ellas, (1ra clase y 2da clase) y las hagas seguidas, para esto deberás apartar unos 30 minutos. También aplica si ya las hiciste!

 

Sé que es mucho tiempo, pero te aseguro que vale la pena como te sentirás al final. Presta también mucha atención a tus emociones, sensación interna y pensamientos.

Disfruta la clase y gracias por dejarme tus comentarios!

 

Contáctame en todas las redes, comparte, déjame tus preguntas y comentarios! 

Sobre la autora

Franchezca Pinzon

… y aprendí a vivir en un cuerpo que se mueve sin esfuerzo ni dolor. Soy Maestra en danza. Me lesione severamente durante mi entrenamiento y tuve que dejar de bailar. En mi búsqueda por mejorar conocí el método Feldenkrais. Fue definitivo. Clase tras clase en dolor disminuyó, mejoré y adivina qué, volví a bailar.

Me certifiqué internacionalmente como maestra del Método Feldenkrais. Mi trabajo ahora consiste en que cada persona pueda, al igual que yo, experimentar el cambio  y la mejoría en su cuerpo desde la amabilidad, la facilidad y la eficacia del movimiento consciente.